Hace unos días escribí un post sobre Angie, y justo ese día la casualidad hizo que me tropezase con otra canción que reclamaba su puesto de favorita. Me recordaba que Angie nunca fue mi preferida, ni mucho menos. Mi canción lenta siempre fue "Only the Lonely", de los Motels.
Sin embargo, no tengo ningún recuerdo que pueda asociar a esa canción, nada que lo relacione. Quizás por eso hay tantas cosas destinadas al olvido. Necesitamos relacionar emocionalmente objetos con situaciones para que se asienten en nuestro cerebro.
Dicen los expertos que tan importante como el recordar es el olvidar, pues no se podría vivir recordando cada episodio por insignificante que fuera. Lo que no saben los expertos es si el olvido se trata de una incapacidad del sistema de recuperación de memorias, es decir, que los episodios están almacenados en alguna parte, pero no se pueden encontrar.
Claro, uno se plantea cosas. ¿Y si pudiésemos decidir qué recuerdos almacenar o qué queremos olvidar para siempre, borrar cualquier rastro? Y más aún, ¿Y si se pudiese hacer olvidar algo a un grupo de personas? ¿Será el F5 de la vida que buscamos algunos?
Enseguida llegarán los complejos éticos sobre el poder que tendrán algunas corporaciones o gobiernos. Porque no solo se podría hacer olvidar, sino crear nuevos recuerdos. Está demostrado que existe la falsa memoria. Que una anécdota que nos hayan contado (por ejemplo nuestro padre sobre un episodio infantil) aparezca como real. ¿No sería fácil un engaño colectivo?