La pasada noche
estaba mirando por la ventana.
La pasada noche
vi como la golpeaba,
seguro que no era un gesto
cariñoso.
Los dos yonkis vivían
en el edificio abandonado.
Él la golpeó duro en el estómago.
Ella cayo al suelo, sin poder respirar.
Entonces llamé a la policía.
¿Sabes que pasó cuando llegaron
los agentes? Ella dijo:
es mi marido, estábamos hablando
del tiempo.
El policía más joven sonrió y les pidió
que no molestasen a los vecinos.
Luego se fueron.
La pareja se agarró del brazo,
y apoyándose uno en el otro,
entraron al edificio abandonado.
Yo me sentí un poco estúpido.
En serio.